Calero sorprende y atrae porque, en estos duelos ligueros,
debió marcar a los bravos uruguayos Stuani y Luis Suárez y resistió esas
batallas con holgura. Luego, frenó a Jaime Mata, el artillero pucelano del
ascenso en el enfrentamiento ante Getafe. Ante Alavés, Guidetti y Calleri
supusieron un fuerte reto para el defensa y, más allá del traspié, cumplió un
excelente trabajo. En la quinta fecha, Valladolid se presentó en Balaídos y
rescató un empate 3 a 3. Iago Aspas y Maxi Gómez, dos atacantes de prestigio en
La Liga, se lucieron; pero Calero no perdió: el aprendizaje y la corrección
sirvieron para hilvanar las dos victorias del equipo en la Liga ante Levante y
Villarreal. Delanteros como Morales, Borja Mayoral, Bacca y Gerard Moreno
también sucumbieron ante la zaga de Sergio.
La experiencia y tranquilidad que ofrece Kiko Olivas es un
gran condimento para este presente de Calero. Con 23 años se relanza y se
proyecta con compañeros de trayectoria y relieve. Tiene características que no
se casan con un estilo en particular. A su comodidad para planteamientos de
expectativa, repliegue y defensa cercana al portero, también puede acoplarse a
un juego con salida limpia, toque y circuitos defensivos. Fernando Calero es un
defensor serio, recto y con una serenidad que pareciera que en vez de siete,
tiene 100 partidos en la Primera.
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