Foto: Pep Morata - Mundo Deportivo |
¿Una precipitada decisión? Pareciera que sí. Sin embargo, la dirección no ha sido la deseada por los mandatarios en este curso y los resultados no acompañaron. En el primer año de ambos, equipo no sufrió para nada las ventas de Salah, Paredes o Rüdiger y el manager acertó en las contrataciones de Lorenzo Pellegrini, Ünder y Kolarov; aunque las fallas en Héctor Moreno, Defrel, Schick, Bruno Peres o Karsdorp (lesionado) pusieron en dudas algunas decisiones. Ya para este curso, Alisson emigró a Liverpool y la determinación fue apostar por el sueco Robin Olsen, quien no ha entregado garantías. Los fichajes más rimbombantes fueron N’Zonzi, Pastore (provocaron la ruptura de Monchi con el presidente Pallotta) y Cristante y ninguno se ha destacado como se esperaba. Incluso, jugadores como Santon, Marcano, Ante Coric o Justin Kluivert únicamente engrosaron la nómina y, en sus roles, no han tenido regularidad en sus actuaciones ni supusieron el salto de calidad pretendido. Nicoló Zaniolo es el gran acierto.
Con la llegada de Ranieri para finalizar la campaña actual (5° en el Calcio) Monchi dio el portazo. Di Francesco había caído en la noche anterior.
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