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Foto: Getty Images |
Federico Chiesa es uno de los grandes pilares de su equipo para la venidera temporada. Ya con un rol de protagonismo absoluto. De estrella en la plantilla. Muchos equipos se disputaron su ficha en el mercado de pases, pero la dirección deportiva del club decidió no ofrecerlo como moneda de cambio y disfrutar un tiempo más de sus condiciones.
Es un futbolista de todo el frente de ataque. Puede ser extremo, enlace, mediapunta y delantero. Su amplio repertorio de movimientos ofensivos entrega una versatilidad espectacular para ofrecerse como generador, agitador o rematador. Federico Chiesa está en el punto justo de su carrera para demostrar que será el crack que fue su padre.
Chiesa ahora tendrá un contexto ideal para volver a sobresalir. El regreso de Milan Badelj y la llegada de Erick Pulgar ofrecen un pase limpio desde la medular para su activación en ¾. Y ya sea Eysseric, Kevin Prince Boateng o Giovanni Simeone se ofrecen como referencias para continuar esa activación y pensar en asociaciones. El plus es Frank Ribéry. El francés debutará en el Calcio y se vislumbra como el socio ideal de Federico.
Fiorentina debe lavar su imagen tras un curso 18/19 frustrante y ha tejido una estructura para el lucimiento de su figura en potencia.
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