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Alessandro Lucarelli |
La cronología de Parma es rica por naturaleza y basta con remontarse a la última década del pasado milenio para comprobarlo. Los '90 fueron la cereza de un postre diseñado por décadas que culminó con varios títulos locales e internacionales, ganados además, por una generación maravillosa de futbolistas que luego nutrirían a las grandes potencias del fútbol mundial. Pero así como es de rica, la historia de los Crociati también es amarga: los innumerables descensos y las infinitas quiebras, empujaron al abismo en más de una ocasión a uno de los más pintorescos clubes de Europa.
Un suceso que marcaría un antes y un después en la historia de Parma se dio en 2008 cuando los parmesanos afrontaron la segunda división. Para ese período, arribó al equipo Alessandro Lucarelli, un rústico defensor central de dilatada trayectoria en varios equipos italianos. Nadie sabría que allí nacería la leyenda. Lucarelli rápidamente entró en el corazón de la afición por su liderazgo, su entrega y su compromiso y se convirtió en uno de los pilares fundamentales para consagrar el retorno y mantenerse en la élite. Nacido en Livorno, tuvo pasos en Piacenza, Palermo, Fiorentina, Genoa, entre otros, pero "Il Soldato" se rotuló de emblema en Parma. Con más de 300 partidos en el equipo, ha sido un futbolista con casi asistencia perfecta en estos últimos nueve años, de más dolores que alegrías, donde encarnó su rol de patrimonio a rajatabla.
Lucarelli no tuvo jamás una experiencia deportiva por fuera de Italia. Tampoco vistió la Azzurri. Este referente esencial del fútbol en épocas de nulo romanticismo, jamás se dejó seducir por alguna oferta suculenta y por sobre todas las cosas habidas y por haber siempre priorizó a Parma. Hoy, con 39 años, más de 20 como profesional y cuatro categorías recorridas con la institución emiliana, Lucarelli fue titular y lució su eterno brazalete de capitán. Y así, el veterano de mil guerras, con otra batalla ganada, podrá seguir durmiendo en paz mientras construye los nuevos cimientos de una insigna que revive con las fuerzas y los sacrificios del amor incondicional.
Así se expresaba Alessandro al cumplir 300 partidos en Parma en febrero:
300 💛💙.....to be continued pic.twitter.com/J2SDXwfeek— Alessandro Lucarelli (@criale1991) 20 de febrero de 2017
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