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Ignacio Scocco |
En 19 minutos empató la serie, en 36 la dio vuelta y en 67 dobló lo que tenía que hacer para clasificar. Ignacio Scocco fue quien igualó la serie a título personal con un memorable hattrick, luego Enzo Pérez dejó la fiesta lista para el segundo tiempo, ya con la clasificación en el bolsillo. Nuevamente Scocco estiró la goleada, Ignacio Fernández aumentó el delirio, Scocco convirtió su quinto gol y otra vez Enzo Pérez se reportó para anotar el 8 a 0 final. Ese manojo de nervios previos en los hinchas fue una fiesta total en el Monumental de Núñez al ver el despliegue escénico de la Filarmónica de Gallardo.
"Muñeeeeco, Muñeeeeeco" entonaron las estrofas de la parcialidad riverplatense venerando a uno de sus más laureados símbolos. Gallardo pelea con Labruna y Ramón Díaz en esa linda pugna para rotularse como el jugador y entrenador más ganador de la historia de la institución. Gallardo es un mito en River, también para el fútbol argentino. Es conocedor de punta a punta del Mundo River y eso lo ha transportado al camino del éxito.
¿El rival? Temeroso, quieto, devastado. Poco se le puede reprochar a este modesto Jorge Wilstermann que en esta Copa se cargó a Peñarol, a Palmeiras y a Atlético Mineiro. Tuvo todo para seguir escribiendo una bonita historia pero chocó ante la realidad. En su feudo consiguió una ventaja importantísima, pero en el juego River nunca se vio superado. Algunos adjudicaron su victoria a la fortuna y a la mala suerte de los argentinos. En Buenos Aires, la manzana cayó del árbol.
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