Sporting Lisboa: de Peseiro a Keizer

Los primeros cambios visibles de Marcel Keizer en Sporting Lisboa con respecto a su antecesor Jose Peseiro.

Apenas cuatro meses estuvo Jose Peseiro en el cargo de entrenador de Sporting Lisboa. Tras el culebrón de fin de curso pasado donde Jorge Jesús y varios jugadores claves (Rui Patricio, Carvalho, Gelson Martins, entre otros) emigraron, el experimentado estratega diagramó su equipo, pero una dura derrota ante Estoril en la Copa de la Liga sentenció su camino y fue despedido.  

Marcel Keizer, un hombre de escuela holandesa, ya sumergió al equipo en sus primeros tres partidos en su idea. Fueron varias las variantes en el bosquejo táctico, en lo nominal y en la filosofía de juego. Sporting pasó del 4-2-3-1 al 4-3-3 con un estilo equilibrado, que busca la profundidad por las bandas debido a la firme referencia de área que se desea tener con Bast Dost. A su vez, el juego asociativo se gesta desde el mediocampo. 

El XI de Peseiro.

En síntesis, Keizer realizó borrón y cuenta nueva: Renan Ribeiro desplazó al francés Salin del arco; Bruno Gaspar sacó a Ristovski del once, Mathieu y Coates se afirmaron como el dueto central y Marco Acuña se afianza como lateral izquierdo (Peseiro lo pensó en el doble pivote medular). En el triángulo, Gudelj es el mediocentro eje y Bruno Fernandes volvió a ser interior (era mediapunta con el anterior DT). En Europa League ante Qarabag y frente a Rio Ave en la Primeira Liga fue Wendel el que comenzó a sumar minutos y confianza de Keizer.

Además, Abdoulay Diaby le ganó el pulso a Raphinha en el extremo derecho y Bast Dost, ahora es el faro de área en reemplazo del móvil Fredy Montero. Nani es el motor del equipo para el desequilibrio en ¾ , pero Jovane Cabral pide pista.

El XI de Keizer.

De Peseiro a Keizer hay cambios que resultaron positivos. La gestión del neerlandés en sus primeros tres partidos ha sido muy lucrativa: tres victorias y 13 goles (4 al Lusitano por Copa doméstica, 6 a Qarabag y 3 a Rio Ave por Liga). Lo peor ha sido la lesión de Battaglia, ya que es un prospecto que podría crecer muchísimo con el holandés.