Rosario te consume

Maxi Rodríguez, gloria de Newell’s, decidió abandonar el equipo para resguardar su salud mental, según comunicó en rueda de prensa.

Maxi Rodríguez

El agobio fue tan gigante para Maximiliano Rodríguez que no seguirá en Newell’s Old Boys de Rosario para salvaguardar su salud mental. La “Fiera”, icono de la Selección Argentina y estrella en el fútbol europeo, decidió regresar al club de sus amores en el pico más alto de madurez en su carrera. Podría haber seguido en el Viejo Continente por varios años más, podría haber retornado en un ocaso, pero cuando el corazón tira, la razón pierde. Sin embargo, las pasiones se desgastan si no se protegen y Maxi sufrió el castigo de las fogosidades.

Rosario es una de las ciudades más futboleras de América y eso es un arma de doble filo. Por un lado se exalta la sana locura del triunfo y por el otro la enajenación desmedida y los peligros de la derrota. No hay grises en las ciudades de furia. En los últimos años, en Rosario no hay paz y todo se fracciona como cuando juegan Newell’s y Central. La efervescencia no sólo es por el fútbol. También es política. La alta y/o baja economía desnuda los índices profundos  de la violencia y el tráfico de drogas que aumentaron considerablemente. Y Maxi Rodríguez no estuvo exento a esto: en julio y en septiembre de 2015 balearon la casa de su abuela antes de disputarse el clásico rosarino. ¿De dónde encontrar fuerzas para seguir después de semejante hecho? ¿Cómo poner por encima del afecto que se pueda tener a un club de fútbol sobre la integridad de la familia?

Maxi estaba más que cómodo en Madrid o en Anfield y volvió para ser campeón. Incluso estuvo a punto de conquistar la Copa Libertadores y fue citado al Mundial de Brasil jugando con la Lepra. Él estaba en un momento cumbre, mientras que la institución se caía a pedazos y como referente, tuvo que limpiar varios trapos sucios, adentro y afuera de la cancha, con el fin de enaltecer siempre el nombre de Newell’s.

A veces uno imagina que hay vasos que son infinitos, que no hay gotas que lo colmen. Maxi Rodríguez se bancó un chorro de lodo correr en Newell’s hasta que no pudo más. La crisis administrativa que encabezan carnívoros personajes de nula identificación con el club, la partida oscura de ídolos como Scocco y Formica, las deudas con los pibes, los utileros, la cercanía de la miseria acabó con su segundo ciclo. A pesar de toda la mugre, Maxi demostró tal nobleza, que entre lágrimas aseguró que volverá.