En un emocionante final de campeonato con cuatro equipos aspirantes hasta las últimas fecha, Galatasaray ganó su estrella 21 con la conducción de Fatih Terim. El 'Emperador' llegó en diciembre luego un inicio de curso turbulento con Igor Tudor y conquistó su séptimo título en la institución donde es leyenda.
Luego de dos temporadas con Besiktas como dominador de la Superliga turca, Galatasaray cortó su hegemonía cuando parecía que el tricampeonato era un hecho tras el cabalgue placido en la mayor porción del curso de los 'blanquinegros'. Los 'Leones' lograron derrotarlos en un duelo clave en la recta final (24 de abril) y se encaminaron como punteros a una fecha definitiva; porque a ellos se les sumaron Fenerbahce e Istanbul Başakşehir como protagonistas y en la mencionada jornada 34 del certamen los cuatro llegaron con opciones matemáticas para la consagración. Finalmente todos ganaron y no hubo movimientos en la tabla por lo que el conjunto del experimentado y multiganador Fatih Terim, levantó su vigésimoprimer trofeo liguero.
Terim es una institución dentro de la institución 'conquistadora'. Prosiguió su gloria como jugador a su estela como estratega y erigió a Galatasaray en el terreno doméstico y continental durante sus tres etapas anteriores. El 'Emperador', polémico, temperamental, carismático y peculiar, es un estratega 'old school' con conceptos tácticos bien rígidos, una metodología de trabajo sumamente disciplinada y un trato con el futbolista especialmente férreo. Comulgar esas tres líneas de estricto pensamiento han llevado a Terim a ser considerado el entrenador turco más importante de la historia. El entrenador, que arribó a su club de siempre tras su controversial salida como timonel del seleccionado, reordenó firmemente sus (interesantísimas) fichas con la simpleza de la obediencia que caracteriza a los hogares.
Galatasaray tuvo un comienzo de temporada bochornoso. En el comienzo del fin de la era de Igor Tudor, fue eliminado por el modesto Ostersunds de Suecia en la última ronda preliminar a los grupos de la Europa League. Esa tempranera eliminación marcó a fuego el destino del croata y el retorno al héroe fue lo elegido. Trajo frutos además del título: Bafetimbi Gomis fue el goleador y la gran figura del torneo con cifras criminales (29 gritos en 33 partidos); Feghouli y Belhanda conformaron una sociedad maravillosa alimentando la cuota goleadora de Gomis y provocando el despegue del caboverdiano Garry Rodrigues, quien se enalteció como la grata sorpresa del ataque. A su vez, el veterano holandés Ryan Donk fue el complemento ideal de Fernando en el fortalecimiento la medular (un trazo caótico en la gestión de Tudor) y Yuto Nagatomo se incorporó rápidamente a la dinámica del equipo para contribuir con su experiencia.
Galatasaray campeón Foto: Galatasaray - Twitter Oficial |
Luego de dos temporadas con Besiktas como dominador de la Superliga turca, Galatasaray cortó su hegemonía cuando parecía que el tricampeonato era un hecho tras el cabalgue placido en la mayor porción del curso de los 'blanquinegros'. Los 'Leones' lograron derrotarlos en un duelo clave en la recta final (24 de abril) y se encaminaron como punteros a una fecha definitiva; porque a ellos se les sumaron Fenerbahce e Istanbul Başakşehir como protagonistas y en la mencionada jornada 34 del certamen los cuatro llegaron con opciones matemáticas para la consagración. Finalmente todos ganaron y no hubo movimientos en la tabla por lo que el conjunto del experimentado y multiganador Fatih Terim, levantó su vigésimoprimer trofeo liguero.
Terim es una institución dentro de la institución 'conquistadora'. Prosiguió su gloria como jugador a su estela como estratega y erigió a Galatasaray en el terreno doméstico y continental durante sus tres etapas anteriores. El 'Emperador', polémico, temperamental, carismático y peculiar, es un estratega 'old school' con conceptos tácticos bien rígidos, una metodología de trabajo sumamente disciplinada y un trato con el futbolista especialmente férreo. Comulgar esas tres líneas de estricto pensamiento han llevado a Terim a ser considerado el entrenador turco más importante de la historia. El entrenador, que arribó a su club de siempre tras su controversial salida como timonel del seleccionado, reordenó firmemente sus (interesantísimas) fichas con la simpleza de la obediencia que caracteriza a los hogares.
Galatasaray tuvo un comienzo de temporada bochornoso. En el comienzo del fin de la era de Igor Tudor, fue eliminado por el modesto Ostersunds de Suecia en la última ronda preliminar a los grupos de la Europa League. Esa tempranera eliminación marcó a fuego el destino del croata y el retorno al héroe fue lo elegido. Trajo frutos además del título: Bafetimbi Gomis fue el goleador y la gran figura del torneo con cifras criminales (29 gritos en 33 partidos); Feghouli y Belhanda conformaron una sociedad maravillosa alimentando la cuota goleadora de Gomis y provocando el despegue del caboverdiano Garry Rodrigues, quien se enalteció como la grata sorpresa del ataque. A su vez, el veterano holandés Ryan Donk fue el complemento ideal de Fernando en el fortalecimiento la medular (un trazo caótico en la gestión de Tudor) y Yuto Nagatomo se incorporó rápidamente a la dinámica del equipo para contribuir con su experiencia.
Fatih Terim ordenó la casa
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