La columna vertebral de la campeona Francia indica el Once Ideal de Rusia 2018. Además, se destacan Modric y Hazard, dos de los futbolistas más aclamados en el Mundial. La dirección táctica es de Bob Martínez. ¿La sorpresa? Yuto Nagatomo en el lateral izquierdo.
El XI Ideal:
DT: Roberto Martínez
El español se graduó de entrenador de élite. Metódico, puntilloso, eficiente y eficaz, este camaleón táctico libró unas batallas ajedrecistas ante Japón, Brasil y Francia que quedarán grabadas por muchos años en la retina del espectador. Su Bélgica fue el mejor cuadro del Mundial
El XI Ideal:
Hugo Lloris
El portero galo fue el primer cimiento de la sostenible estructura de Deschamps. Paradones claves ante Uruguay y ante Bélgica lo catapultaron a la gran final. Sobriedad, seguridad y templanza. En su edad ideal, demostró que es uno de los porteros más confiables del mundo. Su error en la final, no opaca su gran Copa.
El portero galo fue el primer cimiento de la sostenible estructura de Deschamps. Paradones claves ante Uruguay y ante Bélgica lo catapultaron a la gran final. Sobriedad, seguridad y templanza. En su edad ideal, demostró que es uno de los porteros más confiables del mundo. Su error en la final, no opaca su gran Copa.
Benjamin Pavard
Pleno de Deschamps. El joven central, convertido en lateral por el DT de Les Bleus, se destacó por su orden, su clase y su marcaje de élite. Con prestancia y elegancia, también demostró su técnica con un golazo para el recuerdo ante Argentina.
Pleno de Deschamps. El joven central, convertido en lateral por el DT de Les Bleus, se destacó por su orden, su clase y su marcaje de élite. Con prestancia y elegancia, también demostró su técnica con un golazo para el recuerdo ante Argentina.
Raphael Varane
Potencia y rectitud vestida de etiqueta. La desenvoltura en el área de Varane sorprende. Es un zaguero de época que ya marcó un hito con Real Madrid y lo sentenció con su grandísimo Mundial. Ganador en las dos áreas. Confiabilidad, seguridad, distinción y temperamento.
Potencia y rectitud vestida de etiqueta. La desenvoltura en el área de Varane sorprende. Es un zaguero de época que ya marcó un hito con Real Madrid y lo sentenció con su grandísimo Mundial. Ganador en las dos áreas. Confiabilidad, seguridad, distinción y temperamento.
Dejan Lovren
2018 ha sido su año. Con Liverpool y con Croacia se transformó en un extraordinario patrón defensivo. Lideró desde el fondo al equipo de Dalic ofreciendo garantías para la extensión futbolística desde la medular hacia la ofensiva.
2018 ha sido su año. Con Liverpool y con Croacia se transformó en un extraordinario patrón defensivo. Lideró desde el fondo al equipo de Dalic ofreciendo garantías para la extensión futbolística desde la medular hacia la ofensiva.
Yuto Nagatomo
Dentro de un marco irregular en la zona (debido al predominio de la línea de 3 y un flojo mundial de Marcelo), el japonés tuvo un desempeño parejo en los cuatro encuentros de Japón en Rusia. Determinante en la banda en tándem con Inui (lo potenció). Fue agresivo en ataque y sobrio en la marca en un onceno que causó gratas impresiones.
Dentro de un marco irregular en la zona (debido al predominio de la línea de 3 y un flojo mundial de Marcelo), el japonés tuvo un desempeño parejo en los cuatro encuentros de Japón en Rusia. Determinante en la banda en tándem con Inui (lo potenció). Fue agresivo en ataque y sobrio en la marca en un onceno que causó gratas impresiones.
N’Golo Kanté
Kanté es la definición de la omnipresencia del todocampista. El volante se extiende, se amplía, se aumenta y se agranda. En Rusia tuvo un campeonato magistral, que se vio trastocado únicamente en la gran final. N'Golo fue la rueda de auxilio de Francia, el bombero maratónico que apagó incendios y salvó a los gatitos en los riscos.
Luka Modric
El péndulo croata ganó el Balón de Oro de la Copa. Temporada brillante, Mundial supremo. Potencial candidato, también, al premio dorado de fin de año para quebrar la hegemonía Messi-Ronaldo. En esta Croacia que enamoró, Modric fue el San Valentín.
Kylian Mbappé
Posiblemente el jugador más desequilibrante y determinante del Mundial. Kylian Mbappé dejó de ser el Joven Maravilla para graduarse en La Maravilla. Su velocidad shockeó al planeta futbolero, su habilidad retumbó en los rincones del globo y su repertorio de movimientos, disparos, regates y decisiones, completaron el combo que lo catapultó a la cima.
Kevin De Bryune
Bélgica se movió en torno a su figura. El verdadero croupier de la impecable Selección de Bob Martínez fue Kevin. Repartió las cartas para el lucimiento total de Hazard y Lukaku, gestionó las directrices tácticas del entrenador en el campo de juego (siendo interior, enganche, extremo derecho y falso 9) y sacó a relucir todas sus características: pegada, panorama, precisión, ubicación y distinción. Crackísimo.
Eden Hazard
Fue el Messi que se deseaba ver en el Mundial. Por momentos, el balón parecía incorporado a sus botines. Magia y conducción. Agresividad y pausa. Tenencia para enloquecer los ritmos de cualquier rival y stilletazos para agrietar las defensas de cualquier rival. Calidad expuesta al servicio del equipo y del espectáculo.
Antoine Griezmann
Kane y Lukaku fueron los artilleros de la Copa, pero Antoine es el elegido para liderar la zona ofensiva en el equipo ideal. El 7 de espadas desempuñó su mejor versión en Rusia para comandar a su nación al último escalón. Griezmann fue todo, literalmente, en Francia. Pueden buscar en el diccionario la definición de todo y lo comprenderán.
Kanté es la definición de la omnipresencia del todocampista. El volante se extiende, se amplía, se aumenta y se agranda. En Rusia tuvo un campeonato magistral, que se vio trastocado únicamente en la gran final. N'Golo fue la rueda de auxilio de Francia, el bombero maratónico que apagó incendios y salvó a los gatitos en los riscos.
Luka Modric
El péndulo croata ganó el Balón de Oro de la Copa. Temporada brillante, Mundial supremo. Potencial candidato, también, al premio dorado de fin de año para quebrar la hegemonía Messi-Ronaldo. En esta Croacia que enamoró, Modric fue el San Valentín.
Kylian Mbappé
Posiblemente el jugador más desequilibrante y determinante del Mundial. Kylian Mbappé dejó de ser el Joven Maravilla para graduarse en La Maravilla. Su velocidad shockeó al planeta futbolero, su habilidad retumbó en los rincones del globo y su repertorio de movimientos, disparos, regates y decisiones, completaron el combo que lo catapultó a la cima.
Kevin De Bryune
Bélgica se movió en torno a su figura. El verdadero croupier de la impecable Selección de Bob Martínez fue Kevin. Repartió las cartas para el lucimiento total de Hazard y Lukaku, gestionó las directrices tácticas del entrenador en el campo de juego (siendo interior, enganche, extremo derecho y falso 9) y sacó a relucir todas sus características: pegada, panorama, precisión, ubicación y distinción. Crackísimo.
Eden Hazard
Fue el Messi que se deseaba ver en el Mundial. Por momentos, el balón parecía incorporado a sus botines. Magia y conducción. Agresividad y pausa. Tenencia para enloquecer los ritmos de cualquier rival y stilletazos para agrietar las defensas de cualquier rival. Calidad expuesta al servicio del equipo y del espectáculo.
Antoine Griezmann
Kane y Lukaku fueron los artilleros de la Copa, pero Antoine es el elegido para liderar la zona ofensiva en el equipo ideal. El 7 de espadas desempuñó su mejor versión en Rusia para comandar a su nación al último escalón. Griezmann fue todo, literalmente, en Francia. Pueden buscar en el diccionario la definición de todo y lo comprenderán.
DT: Roberto Martínez
El español se graduó de entrenador de élite. Metódico, puntilloso, eficiente y eficaz, este camaleón táctico libró unas batallas ajedrecistas ante Japón, Brasil y Francia que quedarán grabadas por muchos años en la retina del espectador. Su Bélgica fue el mejor cuadro del Mundial
El XI Ideal de #Rusia2018
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