Tanto en Mundiales como en Eliminatorias, los
brillantes porteros colombianos han estado en el blanco de críticas por sus
actuaciones en momentos cumbres.
Ospina tras la derrota ante Paraguay Foto: Tomada de Infobae - ARG |
Sudamérica
es la cuna del arquero moderno. Argentina y Colombia se erigieron como
productores naturales de talento guardián. Seguramente por la presencia de Amadeo Carrizo, una gloria
riverplatense que culminó su carrera en los Millonarios de Bogotá, Colombia
trazó un nuevo modelo de portero y lo exportó a nivel mundial. Estableció esa
figura emblemática del golero volador, audaz, desfachatado y confianzudo que
era una muralla utópica ante cualquier embate rival. Los porteros colombianos
se caratularon como imbatibles y pensar en derrotarlos era imaginar un error
que desangre el filo de concentración. René Higuita, fue la
insignia y la bandera de este biotipo de arquero. Fue el interlocutor que marcó
un antes y un después para el puesto tanto en su nación como en el planeta. Quizás
René es el real pionero en la premisa actual del portero-jugador, de técnica y
jugada con sus pies. Alguna vez lo planteé: “Higuita era un arquero-jugador con
voz de mando que jugaba con las manos y con los pies, hacía de su cuerpo un
movimiento artístico al son del sentido de la ubicación y la percepción
invisible del arco. Era una brújula espacio-temporal con olfato, velocidad,
precisión. Conocía el área chica, pero también el área grande y se desenvolvían
con frescura y carisma en un territorio que se pactaba como el patio de su casa”.
Tras Higuita se forjó un nuevo género, ideado por Hugo Gatti, el continuador del legado
de Carrizo, y muchos jugaron a ser el reflejo de ellos. Carlos Fernando Navarro Montoya es ícono en la moción, Óscar Córdoba se situó en el mismo
paradigma y Miguel Calero y Faryd Mondragón se adaptaron al estilo
sin perder ciertos dogmas del guardameta ortodoxo. Sin embargo, durante cierto
lapso (fines de los 90 y primera década del nuevo milenio) esa escultura se fue
diluyendo. De tal manera, ni Argentina ni Colombia retomaron su siembra dorada
de admiración global y se posicionaron nuevamente en la media básica. Más allá
de eso, Sergio Romero y David Ospina, dueños de los tres palos
nacionales desde hace años, han cumplido con méritos la ganancia de su lugar
allí.
Sin embargo, Colombia particularmente ha gozado y ha sufrido
de la bella vertiente mencionada del arquero. Custodiar los postes y sostener
al equipo es un acto de heroísmo e ingratitud en proporciones iguales y en
momentos claves, en Mundiales o Eliminatorias, sus goleros, siempre más
salvadores que torpes, tuvieron deslices determinantes.
Higuita (Mundial Italia 90)
Colombia ya había hecho historia ante Alemania y en octavos de final se enfrentó a la ágil Camerún. Luego del primer tanto de Roger Milla en el primer tiempo suplementario, René intentó gambetear a Milla cerca del círculo central y el grandísimo delantero le robó el balón y sentenció el triunfo de los africanos.
Córdoba (Mundial USA 94)
¿Quién no daba a Colombia como favorito para ser campeón en Estados Unidos? Después del 5-0 en Buenos Aires todos se entusiasmaron con el vistoso juego del equipo de Pacho Maturana. En su debut ante Rumania, Córdoba, un dominador del área, no sospechó que Gheorge Hagi podría sacar semejante remate y quedó pagando. Luego, padeció una salida en falso ante Raducioiu, que finiquitó la victoria de los europeos. Algo similar le aconteció ante Earnie Stewart contra Estados Unidos en el segundo juego.
Mondragón (Eliminatorias Francia 98)
El 12 de febrero de 1997, Argentina rompió un largo invicto de Colombia en Eliminatorias. Ganó 1 a 0 con gol de Claudio “Piojo” López por una falla increíble de Faryd Mondragón. El arquero quiso acompañar el débil remate del argentino hacia la línea final, pero erró en su cálculo y el balón se metió en su red.
Ospina (Eliminatorias Rusia 2018)
David Ospina
fue quien recibió la continuidad de los mencionados y se adueñó del pórtico sin
dejar lugar a un colega. Ha sido héroe y salvador en más de una ocasión para la
Tricolor y el equipo ha ganado muchísimos partidos y puntos durante ocho años gracias
a sus atajadas. Pero ante Paraguay, cuando Colombia tenía la clasificación a
Rusia en el bolsillo, tuvo dos salidas en falso que permitieron los goles del
empate y del triunfo guaraní. Ahora, Colombia deberá jugarse la vida ante Perú
en Lima con el riesgo de quedar por fuera de la cita mundialista en caso de
perder.
El castigo a los grandes arqueros colombianos
Reviewed by laprimeragambeta
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20:22
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