Meyer, Goretzka y Harit componen un triangulo
perfecto. Se complementan con las miradas, se afinan con automatismos y se
liberan con el sentido del pase. Schalke, debe disfrutarlo y exprimirlos.
Goretezka (8) abrazado por Harit (25) |
Dos de
ellos tienen 22 años y uno tiene 20 (Amine
Harit). Lastimosamente se habla de la partida con carta de libertad de Leon Goretzka a fin de temporada,
porque Schalke 04 pudo haber tenido un mediocampo estelar de aquí a cinco años
con sus tres piezas doradas. El tridente conforma un equilátero: Meyer de
pivote, Goretzka a su derecha en 60º y Harit en su izquierda a otros 60º. Desde
allí, el conjunto de Domenico Tedesco se concibe. Ni la vertiginosidad de sus
extremos/carrileros, ni la búsqueda pesada con Di Santo o Burgstaller tienen
mayor peso específico que ese triangulo. Es el mejor dibujo que el entrenador
pueda esbozar.
Cuando
el franco-marroquí Harit y Max Meyer se
imponen en la medular y sueltan a Goretzka, en Schalke 04 pasan cosas. A las
brújulas hay que darle equilibrio y a los magos hay que darle libertad. Si
Meyer y Harit indican el horizonte, Goretzka nos llevará hacia allí. Si Meyer
que no pierde su ubicación, si Harit crece como constructor y Goretzka aumenta
su cuota de llegador y goleador harán que Schalke regrese a la élite a la
brevedad.
Max Meyer |
Sobre
Harit sorprende su rápida integración a la Bundelisga (llegó desde Nantes) y a
la pareja Meyer-Goretzka. Los alemanes comparten equipos desde 2013 en
divisiones juveniles y han llegado en conjunto al primer equipo ambos impulsados
por Jens Keller. El galo se adaptó con determinación y
pujanza y se entrometió en el onceno titular, disputando todos los encuentros
ligueros. Es una de las gratas revelaciones del campeonato alemán y su
potencial se catapulta en un equipo de más renombre y prestigio.
El equilátero de Schalke
Reviewed by laprimeragambeta
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15:11
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