En Malasia, por el juego de ida de la repesca asiática hacia el Mundial de Rusia 2018, Siria y Australia empataron 1 a 1. Los sirios propusieron más en el cotejo y merecieron el triunfo.
Mucha ilusión y entusiasmo para los sirios al tener la posibilidad histórica de clasificar a un Mundial FIFA, aún más en el lamentable marco de guerra geopolítica, económica y demográfica que ha destrozado su territorio y su población. Australia, como gran favorito, buscó la intensidad sin perder el aplomo de la experiencia para afrontar instancias cumbres sin perder el aplomo. El entrenador Ange Postecoglou planteó un ambicioso 3-2-4-1 con Mooy y Mark Milligan como mediocentros y un Leckie libre con desplazamientos hacia el extremo. Además, se inclinó por la veteranía Robbie Kruse sobre el gran momento de Tom Rogic, y, contemplando el resultado final, sus aspiraciones estratégicas y nominales tuvieron efecto.
La iniciativa en los primeros minutos fue de Australia. Los Socceros procuraron darle buen tránsito al balón y no se exasperaron para intentar batir al portero Ibrahim Alma. Incluso, la posesión se vio debilitada ante los escasos avances agresivos de los oceánicos (mejor adquiridos en la banda izquierda por Behich) y apenas un remate lejano de Milligan incomodó al golero sirio. Siria se fue asentado y desarticuló su rígida disciplina táctica. Adelantó metros, sin dejar su espíritu combativo dominó la medular con criterios y tuvo sus opciones con Khrbin y Al Somah. Sin embargo, en el peor momento australiano, Milos Degenek encontró una grieta en el callejón izquierdo de Ajan y Midani, Leckie hizo una finta y su remate fue tímidamente desviado por Robbie Kruse para adelantar al equipo de Postecoglou a minutos de finalizar la primera mitad.
En la etapa complementaria, Siria salió con convicción a buscar el empate. Sus argumentos fueron detonantes para la línea de tres defensores de Australia que padecieron ante cada ataque punzante de Khribin y Al-Mawas por los andariveles. Cuando ellos se juntaron con el punta Al Somah provocaron riesgos a Matthew Ryan, quien tuvo que vestirse de salvador en algunas ocasiones, al igual que Degenek. De contragolpe, Tom Juric tuvo una doble chance que dieron en los postes de Alma, en la única producción contundente de Australia en el segundo tiempo.
Con el correr del reloj, Siria acorraló a Australia y mereció la igualdad. Khrbin fue el conductor/gestador de las mejores posibilidades, pero por el palo, un cierre, por un error de control, una falla de definición, las grandes intervenciones el portero, la mala fortuna, un centro mal colocado o una decisión apresurada, no obtuvieron el premio. Cuando parecía que el triunfo 'aussie' era inexpugnable, el juez inventó un penal de Leckie a Al Somah, que el propio delantero cambió por gol. Siria arremetió en los momentos finales, pero Ryan contestó y se erigió como una de las mayores figuras de la noche.
La revancha se desarrollará en Sydney el próximo martes y allí se conocerá si Siria da el batacazo o Australia cumple con la lógica. El ganador, jugará un nuevo repechaje ante una nación de la CONCACAF.
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| Siria-Australia |
La iniciativa en los primeros minutos fue de Australia. Los Socceros procuraron darle buen tránsito al balón y no se exasperaron para intentar batir al portero Ibrahim Alma. Incluso, la posesión se vio debilitada ante los escasos avances agresivos de los oceánicos (mejor adquiridos en la banda izquierda por Behich) y apenas un remate lejano de Milligan incomodó al golero sirio. Siria se fue asentado y desarticuló su rígida disciplina táctica. Adelantó metros, sin dejar su espíritu combativo dominó la medular con criterios y tuvo sus opciones con Khrbin y Al Somah. Sin embargo, en el peor momento australiano, Milos Degenek encontró una grieta en el callejón izquierdo de Ajan y Midani, Leckie hizo una finta y su remate fue tímidamente desviado por Robbie Kruse para adelantar al equipo de Postecoglou a minutos de finalizar la primera mitad.
En la etapa complementaria, Siria salió con convicción a buscar el empate. Sus argumentos fueron detonantes para la línea de tres defensores de Australia que padecieron ante cada ataque punzante de Khribin y Al-Mawas por los andariveles. Cuando ellos se juntaron con el punta Al Somah provocaron riesgos a Matthew Ryan, quien tuvo que vestirse de salvador en algunas ocasiones, al igual que Degenek. De contragolpe, Tom Juric tuvo una doble chance que dieron en los postes de Alma, en la única producción contundente de Australia en el segundo tiempo.
Con el correr del reloj, Siria acorraló a Australia y mereció la igualdad. Khrbin fue el conductor/gestador de las mejores posibilidades, pero por el palo, un cierre, por un error de control, una falla de definición, las grandes intervenciones el portero, la mala fortuna, un centro mal colocado o una decisión apresurada, no obtuvieron el premio. Cuando parecía que el triunfo 'aussie' era inexpugnable, el juez inventó un penal de Leckie a Al Somah, que el propio delantero cambió por gol. Siria arremetió en los momentos finales, pero Ryan contestó y se erigió como una de las mayores figuras de la noche.
La revancha se desarrollará en Sydney el próximo martes y allí se conocerá si Siria da el batacazo o Australia cumple con la lógica. El ganador, jugará un nuevo repechaje ante una nación de la CONCACAF.
Repesca AFC: Siria y Australia empataron en Malasia
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