Irán cazó el premio grande frente a Marruecos

En San Petesburgo, Irán abrió el Grupo B con triunfo ante Marruecos por 1 a 0. El grito llegó en el último minuto del partido y lo anotó Aziz Bouhaddouz en contra de su propia meta. 

Foto: FIFA World Cup

La intensidad fue el elemento más atrayente de los primeros 45 minutos. El fuego y la pasión marroquí se apoderaron de los primeros minutos del juego y redujeron a Irán únicamente a la resistencia. Esa propuesta extrema de Hervé Renard que tanto enamora tuvo efecto total en la iniciativa primaria: fueron 20 minutos de vigor ofensivo, de circuitos certeros y de alto vuelo a nivel individual con Amine Harit como creador de la izquierda hacia la medular y con la pujanza de Nordin Amrabat en el carril derecho. Incluso, de la única manera que Irán logró cortar el frenesí marroquí fue con duras infracciones. Marruecos jugó al límite y eso resultó ser un arma de doble filo, ya que los asiáticos, que conocen del sufrimiento defensivo, a punta de contragolpes también clamaron por su presencia. Al menos tres ocasiones nítidas de peligro generó Marruecos para batir a Beiranvand, pero por obra y gracia de la fortuna, Irán soportó y el balón no entró.

Sin embargo, con milimétricos movimientos tácticos Queiroz sacó a relucir su pizarra. Irán tuvo componentes (Azmoun, Amiri, Ansarifard, Hajsafi) para realizarla con eficacia. Le faltó contundencia, eso sí, ya que Azmoun tuvo un mano a mano en soledad ante Munir y falló en la mejor ocasión de la primera parte. Lo aplaudible es que Irán, sometido y minimizado en el comienzo, fue disipando la efusividad del rival con fortaleza física, paciencia, despliegue y, por su puesto, esa cuota de suerte.

En el segundo tiempo, con los planes repetidos, la fricción propuesta por Irán llevo al manojo de imprecisiones de ambas escuadras. A pura marca guerrera, el onceno de Carlos Queiroz volvió a afirmarse en el terreno y Marruecos, que administró la posesión en mayor porción, perdió las luces que brillaron en la etapa inicial. Los cortes de juego aplacaron el ritmo marroquí y los de Renard no tuvieron argumentos para reincorporarse en las ofensivas

Apenas una gran estirada de Beiranvand ante Ziyech en el minuto 79 despertó del letargo a los espectadores. Aunque a los 94, se generó el salto del estadio y los televidentes por un gol en contra de Aziz Bouhaddouz. En la última ocasión del encuentro, Irán tuvo una pelota quieta en el extremo izquierdo y tras el impacto, el delantero marroquí, en el afán de despejar, coló la pelota en la red de Munir. De esta manera, Irán, que aguantó en gran parte en su campo, se llevó el gran premio en este duelo directo.