Ese Real Madrid que infunde miedo

En Macedonia, Real Madrid derrotó a Manchester United por 2 a 1 y se quedó con la Supercopa de Europa. Casemiro e Isco marcaron para la Casa Blanca y fueron las grandes figuras; Romelu Lukaku descontó para un United. 

Real Madrid encadenó su undécimo triunfo en finales internacionales y Zinedine Zidane goza con un nuevo título en su gestión. El equipo que consolidó Zizou infunda ese miedo y respeto perdido a comienzos de década y nuevamente agigantó la imagen del club más poderoso del mundo. A la vistosidad del juego le sumó temperamento, carácter y determinación y no existen figuritas estáticas en la composición de la nómina.

De norte a sur y de este a oeste, el Real Madrid de hoy es completo en todas las mociones que rodean al fútbol. Tiene belleza y rudeza. También vértigo y pausa. Goleo y defensa. Ubicación y libertinaje. Conducción e imaginación. Verticalidad y horizontalidad. Juega, toca, van, vienen, muerden, raspan, corren, llegan, retroceden, avanzan. Esa impronta la consiguió un hombre que casi que también tuvo esas características. Zidane no es un gran orador, tampoco es el mejor interlocutor, pero desde su mente dirige a la orquesta más afinada de los últimos años.

Un Casemiro todoterreno y un Isco inspirado se fortalecen con el soporte que regalan Kroos y Modric. El croata y el alemán son infalibles en el círculo central. Tienen la amplitud del panorama, la eficacia de la precisión y el olfato del león. De esta manera, el volante tapón se libera y crece, mientras el enganche saca los conejos de su galera. Los extremos son los laterales y los poco referenciados son Benzema y Bale, probablemente quienes más sufren este engrose estupendo de dominio de mediocampistas. Karim ha perdido su cuota goleadora, pero su aporte táctico es fabuloso. Y aunque a los 9 se le piden goles, ha dejado ese 'sano egoísmo' en contribución del equipo. Bale, el fichaje más caro de la historia en su momento, ha disminuido su nivel por las lesiones y parece estar un cambio más desacelerado que sus compañeros. Hasta algunos hablan de su salida del club. Zidane los comprometió a todos haciendo llegar un mensaje simple y vivaz: volver a ser los más poderosos del mundo.

En cuanto a Manchester United, Mourinho deja buenas sensaciones. Fue superado ampliamente en el terreno e igualmente tuvo chances de empatar el partido. Este cuadro de casi mil millones invertidos desea olvidar a Ferguson y el luso es el indicado para hacerlo. No hay otro con la vitalidad necesaria para realizarlo más que él. Ha construido una plantilla de jerarquía y relieve para luchar por una de las Premier League más cerradas que se hayan visto. Pero allí marcará su destino. Entre los nuevos, Lukaku erró, pero comenzó con gol, Matic puede ser eje y Lindelof deberá amoldarse a las exigencias.

Es el primer trofeo para los Merengues en la idea del sextete. Ahora, se viene Barcelona por la Supercopa de España. Después, entre Liga, Copa del Rey y Champions, el Mundial de Clubes. Zidane hace creer que todo es posible. ¿Será?