Tras la ausencia en Brasil, el talentoso mediapunta Emil Forsberg comanda las ilusiones de Suecia de cara a la clasificación a Rusia 2018.
Un duro duelo en Sofía tendrá Suecia ante Bulgaria. Los escandinavos, líderes del Grupo A, tienen las mismas unidades que Francia pero se imponen en la diferencia de gol. Además, Holanda busca regresar al camino triunfal con Dick Advocaat y dan pelea desde el tercer lugar. Justamente este jueves Francia y Holanda chocarán, mientras el conjunto sueco intente escaparse si vence a Bulgaria. Luego, visitará Belarús, ya que tendrá una doble jornada de Eliminatorias UEFA saliendo de casa. El futbolista que esperanza a Suecia es Emil Forsberg, el exquisito mediapunta del Leipzig, quien ha jugados todos los encuentros de la clasificación en gran nivel.
A sus 25 años, Forsberg se catapultó a nivel continental gracias a su gran performance con Leipzig en la temporada pasada. Convirtió ocho goles en los 30 encuentros que disputó en Bundelisga y fue una pieza clave en el subcampeonato del equipo que trajo la primera clasificación a la Liga de Campeones. Incluso, se mencionó un posible traspaso a Manchester United, que finalmente no quedó finiquitado. Anteriormente se destacó en Malmö donde fue bicampeón de la Allsvenskan y en el GIF Sundvall, el equipo de su ciudad natal, al cual guió al ascenso a la máxima división.
Forsberg reúne varias características de liderazgo. Es un timonel netamente deportivo que contagia con su juego. Es una especie de crupier que reparte las cartas, pero que, a diferencia de los trabajadores de casino, muestra el camino a seguir. Entusiasma con sus movimientos de enganche de vieja escuela que luego mutan a la vertiginosidad de un extremo por los andariveles. Tiene la pausa justa y necesaria para cambiar los ritmos y la aceleración precisa para fragmentar las más sólidas defensas. Emil es un componente vital de asociación: es el primer pase de Ekdal, el espejo de Durmaz y cónclave de los experimentados Marcus Berg y Ola Toivonen.
Por ello, Janne Andersson confía en que logre situar a Suecia nuevamente en un Mundial.
Emil Forsberg Foto: EFE |
A sus 25 años, Forsberg se catapultó a nivel continental gracias a su gran performance con Leipzig en la temporada pasada. Convirtió ocho goles en los 30 encuentros que disputó en Bundelisga y fue una pieza clave en el subcampeonato del equipo que trajo la primera clasificación a la Liga de Campeones. Incluso, se mencionó un posible traspaso a Manchester United, que finalmente no quedó finiquitado. Anteriormente se destacó en Malmö donde fue bicampeón de la Allsvenskan y en el GIF Sundvall, el equipo de su ciudad natal, al cual guió al ascenso a la máxima división.
Forsberg reúne varias características de liderazgo. Es un timonel netamente deportivo que contagia con su juego. Es una especie de crupier que reparte las cartas, pero que, a diferencia de los trabajadores de casino, muestra el camino a seguir. Entusiasma con sus movimientos de enganche de vieja escuela que luego mutan a la vertiginosidad de un extremo por los andariveles. Tiene la pausa justa y necesaria para cambiar los ritmos y la aceleración precisa para fragmentar las más sólidas defensas. Emil es un componente vital de asociación: es el primer pase de Ekdal, el espejo de Durmaz y cónclave de los experimentados Marcus Berg y Ola Toivonen.
Por ello, Janne Andersson confía en que logre situar a Suecia nuevamente en un Mundial.
Forsberg, la esperanza sueca
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10:08
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