Cinco equipos colombianos comenzaron la edición 2017 de la Copa Libertadores de América y ninguno de ellos alcanzó los octavos de final. ¿La irregularidad en la liga doméstica genera problemas para luego competir en el continente?
Colombia es, posiblemente junto a Chile, una de las naciones con mayor proyección a nivel de selecciones en Sudamérica en el último tiempo. Los trasandinos corroboran la moción luego de haber logrado un bicampeonato de Copa América y los "cafeteros" aún relucen su excelente participación el Mundial de Brasil manteniendo gran parte de esa generación para el actual período de Eliminatorias. Igualmente, a pesar de los recientes títulos de Copa Sudamericana de Independiente Santa Fe y la última Copa Libertadores ganada por Atlético Nacional, en este 2017, ningún conjunto de estos países estará en las fases culmines del evento más prestigioso del continente.
El caso de los equipos colombianos es realmente preocupante. De cinco equipos, entre ellos el campeón reinante, ninguno participará en las finales. Millonarios y Junior de Barranquilla afrontaron la fase de repechajes previos y ninguno logró acceder a la instancia grupal. Debido al título de Atlético Nacional el año pasado, Colombia logró sumar un cupo para la actual edición y no fue aprovechado. En la Fase 3, Millonarios cayó ante Atlético Paranaense y Junior perdió duramente ante el ignoto Atlético Tucumán, que anteriormente nunca había clasificado a la Copa.
Luego, en los grupos, la esperanza estaba depositada para un posible nuevo favoritismo de Atlético Nacional. A pesar de ausencias importantes con respecto a la nómina campeona (caso Mejía, Guerra y Borja), los "Verdolagas" se reforzaron con nombres de peso como Dayro Moreno, goleador de Liga MX y Aldo Leao Ramírez, que más allá de su veteranía sigue siendo un futbolista de jerarquía. Con el mote de defensor del trofeo y de claro dominador de la Liga Águila (invicto en 19 partidos y récord de puntos en torneos cortos en Colombia), Nacional culminó último en su bombo y ni siquiera clasificó a la Copa Sudamericana.
También es especial es el caso de Independiente Medellín e Independiente Santa Fe, los dos últimos campeones del fútbol colombiano. Paisas y bogotanos culminaron terceros en sus grupos y lograron rescatar en la jornada final la entrada a la Sudamericana. Ambos tenían la obligación de por fin dar el salto de calidad a nivel Libertadores y fallaron. Santa Fe tuvo una grata aparición en 2013 y aunque triunfó en 2015 a nivel continental, la vara trazada para esta temporada era la Copa Libertadores. Lo mismo para el DIM: los antioqueños realizaron una millonaria inversión en el cuerpo técnico que comanda Luis Zubeldía y lograron el préstamo de Juan Fernando Quintero, un mediocampista de élite europea y tampoco hubo resultado. Lejana queda aquella semifinal lograda en 2003 del Rojo de la Montaña, donde ilusionó a propios y extraños.
En este marco, en 2017, el primer torneo de la Liga Águila ha sido completamente irregular. Nacional, mayoritariamente utilizando oncenos alternos, sacó una diferencia abismal ante su escolta Independiente Medellín. Dos equipos con doble competencia se impusieron notablemente ante el resto, que se congregó en un amplio revoltijo que solamente buscó estar entre los ocho mejores para ingresar en los playoffs y allí jugar otra suerte. Debido a la inconsistencia de las ideas, estilos y resultados, el puntaje requerido para disputar las finales disminuyó y el certamen resultó agobiante y soporífero. Por ejemplo, Deportes Tolima, subcampeón del último torneo, finalizó 15º con diez partidos perdidos y Once Caldas, campeón de América en 2004, hace seis certámenes que ni siquiera se asoma en la disputa de los títulos patrios. Además, Rionegro Águilas y Patriotas, que actualmente disputan la Copa Sudamericana, tampoco han podido entrar en playoffs.
Por ello, más allá de los errores propios de Nacional, Santa Fe, DIM, Millonarios y Junior ¿la mediocridad de la Liga Águila afecta el nivel de ellos en las copas continentales?
Atlético Nacional: campeón reinante eliminado en fase de grupos Foto: ESPN |
El caso de los equipos colombianos es realmente preocupante. De cinco equipos, entre ellos el campeón reinante, ninguno participará en las finales. Millonarios y Junior de Barranquilla afrontaron la fase de repechajes previos y ninguno logró acceder a la instancia grupal. Debido al título de Atlético Nacional el año pasado, Colombia logró sumar un cupo para la actual edición y no fue aprovechado. En la Fase 3, Millonarios cayó ante Atlético Paranaense y Junior perdió duramente ante el ignoto Atlético Tucumán, que anteriormente nunca había clasificado a la Copa.
Luego, en los grupos, la esperanza estaba depositada para un posible nuevo favoritismo de Atlético Nacional. A pesar de ausencias importantes con respecto a la nómina campeona (caso Mejía, Guerra y Borja), los "Verdolagas" se reforzaron con nombres de peso como Dayro Moreno, goleador de Liga MX y Aldo Leao Ramírez, que más allá de su veteranía sigue siendo un futbolista de jerarquía. Con el mote de defensor del trofeo y de claro dominador de la Liga Águila (invicto en 19 partidos y récord de puntos en torneos cortos en Colombia), Nacional culminó último en su bombo y ni siquiera clasificó a la Copa Sudamericana.
También es especial es el caso de Independiente Medellín e Independiente Santa Fe, los dos últimos campeones del fútbol colombiano. Paisas y bogotanos culminaron terceros en sus grupos y lograron rescatar en la jornada final la entrada a la Sudamericana. Ambos tenían la obligación de por fin dar el salto de calidad a nivel Libertadores y fallaron. Santa Fe tuvo una grata aparición en 2013 y aunque triunfó en 2015 a nivel continental, la vara trazada para esta temporada era la Copa Libertadores. Lo mismo para el DIM: los antioqueños realizaron una millonaria inversión en el cuerpo técnico que comanda Luis Zubeldía y lograron el préstamo de Juan Fernando Quintero, un mediocampista de élite europea y tampoco hubo resultado. Lejana queda aquella semifinal lograda en 2003 del Rojo de la Montaña, donde ilusionó a propios y extraños.
En este marco, en 2017, el primer torneo de la Liga Águila ha sido completamente irregular. Nacional, mayoritariamente utilizando oncenos alternos, sacó una diferencia abismal ante su escolta Independiente Medellín. Dos equipos con doble competencia se impusieron notablemente ante el resto, que se congregó en un amplio revoltijo que solamente buscó estar entre los ocho mejores para ingresar en los playoffs y allí jugar otra suerte. Debido a la inconsistencia de las ideas, estilos y resultados, el puntaje requerido para disputar las finales disminuyó y el certamen resultó agobiante y soporífero. Por ejemplo, Deportes Tolima, subcampeón del último torneo, finalizó 15º con diez partidos perdidos y Once Caldas, campeón de América en 2004, hace seis certámenes que ni siquiera se asoma en la disputa de los títulos patrios. Además, Rionegro Águilas y Patriotas, que actualmente disputan la Copa Sudamericana, tampoco han podido entrar en playoffs.
Por ello, más allá de los errores propios de Nacional, Santa Fe, DIM, Millonarios y Junior ¿la mediocridad de la Liga Águila afecta el nivel de ellos en las copas continentales?
Las decepciones de Colombia en la Copa Libertadores
Reviewed by laprimeragambeta
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11:08
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