Velko Iotov, un búlgaro en Rosario

Desde Sofía para el mundo: a mediados de la década de 1990, llegó a Argentina un intrépido delantero búlgaro que jugaba pegado a la raya. Zurdo, encarador y rapidito, Velko Iotov se puso la casaca de Newells entre 1996 y 1999, luego de haber estado con la selección revelación de USA ‘94.

Iotov (9) en Newell's.
Revista Sólo Fútbol

La historia futbolística de Velko Iotov comenzó en el Levski Sofia en 1989, institución así nombrada en honor al revolucionario Vasil Levski. El atacante lentamente comenzó a tener rodaje en la Primera División y mantenía un parejo rendimiento. Mientras se consolidaba en la máxima categoría, Iotov logró con la escuadra capitalina una Liga y dos Copas de Bulgaria, aunque fue traspasado en 1993 al Botiv Plodiv. Sin embargo, esta escuadra lo revendió, olfateó negocio en Velko y el jugador recaló en el Espanyol de Barcelona, que por ese entonces militaba en la Segunda División española.

Con los Periquitos tuvo una magnífica temporada: resultó goleador de su equipo y logró el ascenso .Por sus presentaciones en Catalunya se ganó la convocatoria a la Selección búlgara para disputar la Copa Mundial FIFA de Estados Unidos 94, donde la nación europea logró su mejor participación histórica. Luego de la cita orbital, donde no ingresó ningún minuto, regresó  a España y con Espanyol ya en la élite, su protagonismo en lugar de potenciarse, se diluyó.

En el siguiente período 1996/97 llamativamente desembarcó en el fútbol argentino para jugar en Newells Old Boys de Rosario. El club “Rojinegro” recibió, en ese entonces, un jugador exótico con un salario numeroso correspondiente al del fútbol europeo. Las peculiares variables de su llegada abrieron una amplia especulación en torno a Iotov, a quien situaron en el lado del mercadeo y el show, y poco se evaluaron sus cualidades deportivas y su registró en otros equipos.

Su andar por territorio argentino fue decepcionante. En cuatro años sufrió lesiones graves, de extensas recuperaciones. Cada vez que regresaba a los campos, sufría nuevas desgracias. De esta manera se confeccionó un largo listado de problemas físico en Iotov, donde se enumeran rotura de ligamentos cruzados,  de meniscos y crónicos problemas en el talón. Las lesiones posaron al búlgaro más tiempo de lo deseado en el departamento médico y en su estadía en Rosario el único matiz que se destaca, es un gol anotado a River Plate.

Así las cosas, el búlgaro se marchó de Newell’s por la puerta de atrás, no sin antes reclamar una deuda millonaria por falta de pago.

Su carrera finalizó en Estados Unidos, jugando con Charleston Battery y Atlanta Silverback del ascenso semiprofesiona. Se retiró en 2004 y se radicó en Norteamérica con el lauro de haber sido, hasta el momento, el único futbolista nacido de Bulgaria en jugar en el fútbol argentino.