Boca tuvo el tesón necesario para ser campeón

A falta de dos fechas para el final, los Xeneizes aprovecharon otros resultados y sin jugar, se coronaron campeones del peculiar torneo de 30 equipos de Argentina. Es el título 66 de su historia. 

Boca y su triunfo ante River en el Monumental

Boca Juniors cabalgó el certamen argentino de punta a punta y a pesar de un breve y tímido asedio de River Plate en las últimas jornadas, no tuvo mayores riesgos para gritar campeón dos fechas antes de su finalización. El equipo de Guillermo Barros Schelotto fue superior al resto en todos los ítems estadísticos: fue el que más ganó, el que menos perdió, el que más goles convirtió y tiene a Darío Benedetto como el goleador del certamen.

La gran diferencia de Boca ante sus perseguidores fue justamente haberlos vencido a todos: a Banfield, a River en el Monumental, San Lorenzo, Racing, Independiente y Colón de Santa Fe. Solamente igualó ante Estudiantes y cayó contra el propio River como local. Su liderazgo estuvo apenas discutido por su archirrival histórico en un tramo algo pantanoso, en el cual los xeneizes no pudieron imponerse ante rivales de menor jerarquía. Sin embargo, sacó pecho para defender su lugar de privilegio y aprovechó que sus rivales se enredaron en el momento de arrebatarle la punta.

Darío Benedetto, Carlos Tévez y Wilmar Barrios fueron los tres puntos claves en el andamiaje de Barros Schelotto para sacar ventajas, mantenerse en la cima y aguantar los empellones. A falta de dos jornadas, el "Pipa" Benedetto ha anotado 18 goles y fue el hombre más regular de Boca en el campeonato; Tévez, que dejó el equipo en diciembre, fue el bastión en la escapada del primer semestre y el colombiano Barrios trajo orden cuando parecía que el suelo se movía. Además, otros picos altos los regalaron Fernando Gago, Ricardo Centurión y Cristian Pavón. Los últimos nombrados evidenciaron la fortaleza ofensiva del equipo y Gago superó una larga lesión y para regresar buena manera a capitanear la plantilla. Sin dudas, el gran lunar a revisar para el futuro ha sido la defensa: allí Guillermo consolidó una línea en la primera mitad del torneo (Peruzzi-Vergini-Insaurralde-Fabra) y la cambió totalmente en el trayecto final (Jara-Tobio-Magallán-Silva). Finalmente, vale destacar que Boca debió utilizar tres porteros: Guillermo Sara se lesionó y Axel Werner lo reemplazó pero no convenció. Por ello en 2017 arribó el joven Agustín Rossi, que fue quien ganó el puesto y se vislumbra una carrera en ascenso.

Barros Schelotto tuvo que soportar varias bajas en el año: Gago, Sara, Sebastián Pérez y Ricardo Centurión sufrieron lesiones de larga duración (además de la partida de Tévez a China) y la rotación de la nómina resultó eficaz. Allí se vio la muñeca del entrenador para rediseñar sus ideas en la emergencia y el Mellizo relució su chapa de estratega. El platense obtuvo su primer título como DT de la institución y sumó un nuevo lauro a su amplia cosecha de trofeos como jugador (16 en total vistiendo la Nº 7).

Boca es un campeón justo. Superior, sobresaliente, dominante y con el tesón necesario para aguantar los embates lógicos. Firmeza, constancia, inflexibilidad y estirpe fueron sus características durante el global de la temporada y el festejo es merecido. Ya son 66 títulos en su historia, el trigésimo segundo a nivel local y el año que viene la Copa Libertadores volverá a ser la obsesión.