(Entrevista) Tito Ramallo, alma y vida deportivista

Para Ramallo, La Coruña no entiende los tiempos: fue su cuna, escribió su pasado, siempre será presente y se entrometerá en su futuro. A los 18 años arribó al Dépor, pero anteriormente estuvo en diferentes instituciones de la ciudad entre las que se destaca el Victoria FC, fundado por su abuelo. Su etapa en el club Blanquiazul como profesional estuvo marcada por varias lesiones, que lo llevaron a incursionar rápidamente en los banquillos de la institución.

Primero, como preparador físico, luego como encargado del fútbol base y posteriormente como entrenador principal del Fabril (filial del Dépor), donde se mantuvo por más de una década. Pero el amor tampoco conoce de fronteras y el surgimiento de una exótica propuesta en Armenia sedujo a Tito. Ramallo asumió en el Banants en su primera experiencia fuera de Galicia y obtuvo formidables resultados. 

En esta entrevista, Tito Ramallo hace un repaso por su carrera y todos sus cargos, donde expone deliciosas visiones en cuanto a a estrategias, fútbol juvenil, trabajo de scouts en relación con agentes y demás. También brinda sus ópticas del fútbol en Armenia y regalará su Once Ideal del Deportivo La Coruña.

A continuación sus frases más destacadas:

Su vida es el Deportivo La Coruña, vivió los buenos momentos y los otros, habiendo estado adentro. Recortando la amplitud, ¿cómo podría definir las últimas tres décadas de la institución?

Han sido como una montaña rusa, donde los momentos más altos se han combinado con momentos más bajos. Pero el Deportivo en estos años consiguió seis títulos que lo colocan dentro de la élite del fútbol español. Ahora mismo, está en un momento de transición y transformación que debe de afrontar con paciencia y tranquilidad. Estoy convencido que regresarán los grandes momentos otra vez.

¿Creyó que con apenas 25 años le llamaría más la atención ser entrenador que jugador?
Las cosas llegaron por sí solas y fue una decisión que tomé en su momento y de la que nunca me he arrepentido. Me gustaba jugar al fútbol pero me apasiona ser entrenador.

¿Cómo afrontó esa transición de dejar la práctica y entrometerse de lleno en la estrategia?

Con mucha naturalidad, nunca tuve añoranza por volver a jugar porque la competición desde la banda me daba todo lo que necesitaba.

Como ojeador y entrenador de fútbol base, ¿Cómo describiría la real idiosincrasia del fútbol en Galicia? 

A nivel de formación los últimos años el fútbol gallego ha evolucionado y ha surgido una buena generación de futbolistas: Lucas, Aspas, Lucas Vázquez, Falqué, etc.. se ha apostado por promocionar el talento por encima de otras cosas. Esperemos que siga dando el mismo nivel de jugadores la próxima generación.

¿Considera que los agentes terminan derrumbando el trabajo del scout?

No tiene por qué ser así. Considero que son dos líneas que no se deben cruzar en su desarrollo de competencias. Los scouts tienen que detectar el talento y las necesidades que necesitan los equipos y los representantes deben de limitarse a asesorar y proteger a sus jugadores. Lo importante es que nadie confunda atribuciones que no le corresponden.

¿Por qué aceptó dirigir en el fútbol armenio? ¿con qué se encontró en ese país?

Acepté ir a Armenia porque el proyecto que me propusieron me pareció un reto y un gran desafío. Además cumplía unas condiciones buenas para desarrollarlo. Lo que nos encontramos fue una mentalidad muy distinta a la latina, donde había mucha gente con ganas de cambiar las cosas y otra que le costaba más.

La campaña con el Banants de Armenia fue magnífica ¿por qué se acabó el proceso?

Se acabó porque se quiso cambiar el objetivo y las condiciones iniciales del proyecto. No fueron motivos deportivos, ganamos la Copa, nos clasificamos para las previas de la Europa League, perdimos la Supercopa en los penaltis.. y el trabajo que se desarrollaba en la Academia crecía día a día. El nuevo campeonato comenzaba y estábamos con los primeros. Pero no pudo ser. Decimos juntos que llegábamos hasta aquí y acabamos amistosamente nuestra relación.

Armenia es una liga que emerge lentamente en Europa, ¿qué aspectos positivos y negativos podría resaltar?

En cuanto a los positivos, Armenia quiere crecer, quiere potenciar sus jugadores jóvenes y creo que posee buenos mimbres para desarrollarlo. En los negativos, los buenos jugadores armenios son atraídos por ligas económicamente más poderosas y hace que su campeonato no disfrute de los mejores. Eso lo convierte en menos atrayente para el público.

¿Le atrae dirigir en el fútbol latinoamericano?

Ahora el fútbol no tiene fronteras. Desde que he regresado a España, la verdad es que han surgido un par de posibilidades y una muy en firme pero al final no pude aceptarla. Si apareciese el proyecto adecuado me encantaría.

¿Cuál sería su onceno ideal de la historia del Deportivo La Coruña?

Difícil me lo pones porque hay jugadores que no he visto jugador y que todo el mundo dice que deberían estar: Luis Suárez, Chacho, Acuña, Amancio, Veloso, Manolete, Arsenio, Pedrito,... Lo que haré será darte el once titular de los jugadores que he visto con mis propios ojos:

Molina
Manuel Pablo - Filipe Luis - Djukic – Naybet
Mauro Silva - Jose Luis - Valerón – Fran
Djalminha - Bebeto